Origen del Concierto Economico “Las reglas son principalmente para los países pobres, los ricos hacen lo que se les antoja” Norman Chomsky, analista internacional y lingüista estadounidense.
Mientras fuimos libres, el reino de Nabarra contaba con un sistema fiscal avanzado para
su tiempo, sobre todo desde la creación de la Cámara de Comptos, la cual fiscalizaba
el patrimonio y las finanzas públicas al igual que un Tribunal de
Cuentas moderno. La Cámara de Comptos se creó en 1258 y fue reforzada con Carlos II
de Nabarra en 1365, tres siglosantes de que
parecido (María Puy Huici "La Cámara de Comptos de Navarra entre 1328 y
Para entonces,
menos la Sonsierra (actuales Rioja Alabesa y los pueblos de Ábalos-San Vicente de la
Sonsierra).
ANTECEDENTES, ETAPA FORAL
Tras la invasión militar española, las tierras nabarras peninsulares se consideraban
exentas de impuestos y contribuciones al erario real castellano-español, aunque en
la práctica los impuestos adoptaban forma de “donativos”,
normalmente puntuales. Dentro de estos “donativos” estaba la “alcabala” que pagaba
Gipuzkoa a la corona española, y que consistía en un 10% de los bienes consumidos; a
partir de 1509 se sustituyó por una cantidad fija, en concreto 1.245.925 maravedíes,
rebajados por servicios prestados a la corona.
Los Reyes Católicos dejaron perfectamente escrito el 19 de abril de 1491 la relación
de los nabarros con Castilla:
los vascos de las tres provincias de
las Cortes de Burgos en 1506 por ser, según estos reyes: “Estados separados”. Bizkaia
era para los Reyes Católicos: “una nación separada”.
Felipe IV (1621-1665) dejó escrito sobre Alaba: “aunque la dicha provincia ha estado
y está incorporada en mi corona..., se ha reputado por provincia separada del reino...,
porque de todo es libre y exenta, así como lo son mi Señorío de
Vizcaya y
Alta Nabarra tuvo la consideración de “reino” hasta 1841 que pasó a ser una
“provincia” tras perder
Comptos administraba y fiscalizaba los recursos de Alta Navarra, los cuales se basaban
en el "donativo" o" servicio" acordado en las Cortes y que recaudaba
una colonia, y conservó la facultad de batir moneda, pero también circulaba la
moneda de Castilla, el reino más poderoso de la corona española.
Dentro de los Fueros nabarros o derecho pirenaico, se contemplaba el impuesto del
"diezmo" (el diez por cierto) que se pagaba a la Iglesia y que se concretaba en realidad
en “un robo de simiente y una cesta de uvas”. En la costa nabarra,
la Iglesia cobraba como diezmo la lengua de las ballenas que se capturan, vendiéndola
después a particulares, gracias a esto se han construido muchas iglesias vascas, como
la basílica gótica de Lekeitio sobre otra románica anterior, una de las cuatro basílicas
de Bizkaia, junto con
descansa el único santo bizkaino, San Valentín de Berriotxoa.
Desde 1484 existía además un acuerdo desastroso firmado con el rey falsario,
Fernando de Aragón–firma como rey de España desde 1492-, por el que los nabarros
costeros de Gipuzkoa y Bizkaia se sometieron a levas forzosas -armar buques y marinos
para las conquistas y guerras del aragonés-, a cambio de nuevos caladeros y puertos
comerciales, pues se encontraban constreñidos ante tanta hostilidad al libre comercio.
Los gastos hasta la embarcación corrían por cuenta de las Diputaciones, y a partir de
ahí pagaba la Corona española. Cuando no salían voluntarios suficientes, se echaba a
suertes, este método causaba tantos incidentes que las Diputaciones crearon una
sección especial para la resolución de los conflictos.
La defensa de los territorios nabarros la siguieron haciendo las milicias autóctonas, las
cuales no podían salir de esos territorios según Fueros, las tropas reales españolas
sólo podían transitar por los caminos fijados por el Diputado General. Las milicias
municipales quedan a las órdenes de los alcaldes que realizan la instrucción militar los
domingos por la tarde con todos los hombres entre 18 y 60 años.
Hasta el siglo XVII no existió ninguna fiscalidad provincial propiamente dicha en
necesitaban mediante derramas entre los municipios y eran estos quienes establecían
los impuestos que consideraban oportunos para hacer frente a su parte.
Las Juntas provinciales o gobiernos de cada territorio, no pudieron establecer
impuestos provinciales hasta 1629 que se les dio ese derecho desde la corona española,
fue entonces cuando se empezaron a configurar las Haciendas Provinciales de Bizkaia y
Gipuzkoa –
de los austrias Felipe IV cuando aparecen las Haciendas Forales en
Las Diputaciones Forales recaudaban los impuestos por "fuegos", es decir, por caseríos.
Cuando las foguerizaciones no daban más de sí, se crearon las "Cajas", recaudaciones
según distintos conceptos.
Así existía una Caja General y otras como
1793. Sirvieron primero para guardar los donativos más o menos voluntarios de los
particulares, y luego contribuciones obligatorias varias, como el 6% del comercio y propiedad o por ejemplo
el impuesto del Tabaco de 1794; también se gravaron el vino, la canela, el cacao o el
bacalao, de cara a sufragar sobre todo la construcción de caminos.
Finalmente, el control de todos los impuestos se centralizó en 1802 en un "Tesorero
del Señorío" o cargo similar,
desapareciendo poco a poco las Cajas, hasta que en 1877 desapareció la última,
Los numerosos contrafueros de los reyes españoles por la necesidad continua que
tenían de recaudar impuestos para sus fastos, guerras y conquistas, se resolvieron
muchas veces con simples “pases forales” (“derecho de sobrecarta” en Alta Nabarra),
negaciones a cumplir las órdenes regias -"se obedece pero no se cumple"-, pero en
otras ocasiones el pueblo tuvo que oponerse en la calle al intento de saltarse la
legalidad de los enviados reales, lo que se ha conocido como “matxinadas”, la defensa
del pueblo de su libertad en una clara “democracia activa”.
La voz “matxinada” viene de los ferrones o "matxinos" en euskara, palabra derivadade San Martín, su patrón; grupo social de enorme peso que participó en muchas de las protestas contra los intentos de imponer aranceles e impuestos de forma unilateral por la corona que perjudicaban sus intereses económicos, también por la subida en el precio de los granos, aprovechamiento de montes comunales y diferentes mandatos reales que contravenían los Fueros. Sólo en el siglo XVII se observan contrafueros en las siguientes fechas: 1601, 1607, agosto de 1625, julio de 1626, abril de 1628, noviembre de 1629, marzo de 1630, enero de 1631, durante 1634, febrero de 1637, 1638, 1639, abril de 1642, diciembre de 1646, noviembre de 1658, octubre de 1660, junio de 1664, julio de 1666, junio de 1667, noviembre de ese mismo año, octubre de 1668, diciembre de 1670, febrero de 1672, marzo de 1674, enero de 1676, octubre de 1676, enero de 1680, junio de 1681, diciembre de 1684, abril-mayo de 1689, marzo de 1692, octubre de 1695 y enero de 1697.
Además, las levas forzosas de marineros nabarros, supuso en ese siglo XVII una sangría
humana para
intrépidos navegantes, grandes generales y almirantes para sus aventuras imperialistas,
pero que vació el país de hombres jóvenes tal y como relata J.E. Labayru en su libro
“Compendio de la historia de Bizkaia”, donde comenta que en el año 1640 el señorío
se negó a mandar más marineros “porque cada año salía ya a las Indias, ya a Castilla,
ya a la marinería de navíos tanta gente que de las cuatro partes que quedaba en
Bizcaya tres eran mujeres, pues los hombres que salen no vuelven”.
Por el norte, mientras Nabarra entera fue reino independiente, la aduana y los peajes
estuvieron en el río Aturri-Adour:
Baiona, Donapaleu, Izura y Garruze. A partir de comienzos del siglo XIV y debido a
la que la invasión de
Donibane Garazi (San Juan de Pie de Port en romance gascón), Lekunberri,
Auritz-Burguete y Orreaga-Roncesvalles. Finalmente y tras la invasión militar de
1512-24 de Alta Nabarra, la aduana se situó en el llamado “Cordón del Ebro”:
Balmaseda y Orduña en Bizkaia, Vitoria (Alaba) y Sangüesa, Biana y Tudela en Alta
Nabarra.
Era una aduana para gravar los productos que entraban en España desde el extranjero,
pues los productos españoles y europeos entraban y transitaban en las tierras
Nabarras sin gravámenes, pagando sólo los llamados “derechos de Tablas” en el caso
de los españoles. Existía por tanto un mercado libre en toda Nabarra- Baskonia, desde
el Ebro hasta Burdeos, que se perdió por la fuerza de las armas una vez más. En
Hegoalde, la aduana en la costa, río Bidasoa y Pirineo, se impuso tras la supresión de
los Fueros que siguió la pérdida de las Guerras Carlistas, que no deja de ser una gran
matxinada o defensa de los Fueros y de la democracia.
Iparralde mantuvo sus fronteras económicas con Francia hasta 1713, cuando, tras el
Tratado de Utrecht, París las eliminó unilateralmente por la fuerza, lo que supuso la muerte de la economía de Iparralde,
más cuando en el Tratado se dejaba en manos inglesas la isla de Terranova, principal
ingreso de los labortanos desde hacía un siglo con su pesquería de ballenas y bacalao.
ORIGEN DEL CONCIERTO ECONÓMICO
Tras
considerados traidores a España y pasaron a llamarse “provincias”, con mucha menos
autonomía que hasta entonces. La Ley del 21 de julio de 1876 abolía definitivamente
los Fueros; hasta el 4 de noviembre de 1879 los cuatro territorios vivieron bajo un
estado de excepción. Aun así, la “provincia” de Alta Nabarra conservó lo que le quedó
de sus leyes naturales tras la imposición de
como consecuencia de perder
masa a América. Cada 21 de julio hasta 1936, en la prensa vasca aparecían artículos y
editoriales contra esta ley de 1876.
Los liberales vascos se unieron a los carlistas para pedir la no-supresión de las
"Entidades Administrativas vascas", pero no consiguieron eco alguno en Madrid donde
se centralizó todo siguiendo el nuevo modelo de Estado-Nación totalitario imitando a
Francia -asustados quizás por la rápida descolonización-, sobre la base castellana
llamada ahora española, frente a la defensa de la diversidad de la corona de los
españoles que proclamaban los carlistas, estructura de Estado mucho más democrática
y donde Castilla era el reino más poderoso pero nada más. Se trataba de un Estado
que crea su nación para el mejor control de sus súbditos y no una nación o pueblo que
se constituye en Estado para la defensa de sus intereses privativos.
“España tenía dominios allende los mares, predominó y debió predominar Castilla, el
pueblo central, el más unitario y
más impositivo, sí, pero el menos egoísta. Gran generosidad implica el ir a salvar almas,
aunque sea a tizonazos” Miguel de Unamuno.
“A fuerza de pensar abstractamente en la nación, se creyó que ésta era un Madrid
centrifugado, enorme que llegaba hasta mares y se apoyaba en el Pirineo. La política
nacional que había en las cabezas era una política madrileña.
La idea nacional quedaba, por prestidigitación inconsciente, suplantada por una idea
particularista. Era madrilenismo” Ortega y Gasset.
Wikipedia: “El pueblo, que hasta entonces se reconocía como "vasallo del Rey de
España", comenzó a identificarse como "español". En las Cortes de Cádiz, los términos
de "reino" y "monarquía" fueron sustituidos por "nación", "patria" y "pueblo". Como
declaró el diputado asturiano Agustín Argüelles al presentar la Constitución de 1812,
«españoles, ya tenéis patria»”. Esa nueva nación o patria se empezó a imponer
durante el siglo XIX aprovechando las Guerras Carlistas, a sangre y fuego.
Entre las nuevas medidas represivas, Cánovas del Castillo, a
nuevo Gobierno español gracias a un nuevo golpe militar -hubo cuatro y varios intentos
más en poco más de medio siglo-, determinó la obligación de las nuevas “provincias”
de pagar dinero a
Generales del Estado de 1876 se decía: "Se autoriza al Gobierno para dar desde luego
a la contribución de inmuebles, cultivo y ganadería en la provincia de (Alta) Navarra la
misma extensión proporcional que en los demás de la península y para ir
restableciendo en ella, con las modificaciones de forma que las circunstancias locales
exijan, una exacta proporción entre los ingresos de aquella provincia por todo
concepto y las demás de la península".
En las otras “provincias” nabarras peninsulares la represión económica se materializó
en el Real Decreto 28 de febrero de 1878, conocido como primer Concierto Económico:
"Establecida la unidad constitucional en las Provincias Vascongadas (
territorio nabarro), y estando llevando a cabo los preliminares de la del presente año
con la misma regularidad que en las demás del Reino, faltaba solo que entrasen aquellas
en el Concierto Económico (......) las Provincias Vascongadas dentro ya del Concierto
Económico contribuirán al sostenimiento de las cargas públicas en igual proporción
que las demás de España".
Se hablaba de la necesidad de que las “provincias” nabarras entraran en el "Concierto
Económico" de la nación (española), de ahí el término que no proviene de “concertar”
un acuerdo entre dos, sino de la obligación a sumarse a lo que había para los españoles,
sumarse al “concierto general español”. “Concierto Económico” significa, por tanto,
dejar de ser provincias "exentas" y servir al ejército español en cualquier parte de su
imperio y no sólo a su armada -hasta de 7 años de servicio si te tocaba Filipinas-, pero
la exención era comprable con un sustancioso “donativo”, por tanto era un servicio
militar para los más pobres.
Las Diputaciones se resistieron a cumplir este mandato, Cánovas dictó la sustitución de
las Diputaciones “Forales” por las Diputaciones Provinciales, de menor capacidad e
iguales al resto de la corona española, convertida ahora en un único reino-Estado
totalmente centralizado con Alfonso XII como nuevo rey desde 1874 -pero con apenas
poderes- y con un parlamento salido de unas elecciones con un censo reducido al 5% o
menos de los hombres más ricos del nuevo Estado-nación totalitario, una plutarquía
“liberal” por tanto.
El problema estaba en cómo hacer efectiva la obligación de que las “provincias”
nabarras pagasen sus impuestos, cuando no había infraestructura administrativa ni
estadística para ello. Por ello se llegó a un acuerdo con las nuevas Diputaciones
Provinciales para que éstas recaudasen “lo que el Ministerio de Hacienda hubiera
podido recaudar por su cuenta”. Así los nabarros pagamos un “cupo”, un dinero cada
año, a España. El acuerdo tenía en principio 8 años de vigencia.
Las Diputaciones subvencionaron ferrocarriles mineros y crearon incluso uno propio,
dando pingües beneficios al coincidir con el boom del sector, lo que permitió no
recaudar los impuestos “concertados” entre
Económico” suponía una fiscalidad autónoma para las Diputaciones siendo renovado por primera vez en
1886, por ser conveniente para ambas partes. Las Diputaciones controlaban los
presupuestos de los Ayuntamientos, construían carreteras, mantenían una policía de carreteras, otorgaban becas y
cátedras, realizaban acciones benéficas etc. La gestión administrativa era muy buena.
En 1894 el Ministerio de Hacienda español reconoció explícita y oficialmente el
respeto a la "independencia económica y administrativa" de las cuatro Diputaciones
nabarras.
El Concierto Económico en su último ajuste de 1927 pedía “un cupo” o cuota de
impuestos a Bizkaia de 28.380.000 pesetas, a Gipuzkoa 10.050.000 pesetas, a Alaba
1.570.000 pesetas y Alta Nabarra logró que no se le incrementara el cupo desde 1877,
pagando 2 millones de pesetas.
El 19 de junio de 1937 una nueva dictadura comandada por el general E.Mola y luego
por F.Franco, suprimió el “Concierto Económico” en las nuevamente “provincias”
traidoras de Bizkaia y Gipuzkoa. El “Concierto Económico” continuó en Alaba y
Alta Nabarra gracias al engaño de una promesa de restitución foral y de democracia a
cambio de la ayuda carlista al alzamiento militar “nacional”.
En una entrevista reciente, Carlos Hugo de Borbón y Parma pretendiente carlista y
dirigente del movimiento en los años 70, aclara: “Cuando mi padre, Don Javier Borbón
y Parma, negoció con el general Emilio Mola la participación de los requetés en el
alzamiento de julio de 1936 (Javier presidió la junta suprema militar golpista),
se acordó que, cuando este triunfase, se abordaría la forma de gobierno con una
votación popular. Pero las cosas fueron de otro modo. Franco,apoyado por alemanes y
británicos –lo que no se suele comentar-, se hizo con el poder y en abril de 1937, forzó
la unificación de la Falange y el carlismo. Mi padre se negó a que este se integrara en
una organización totalitaria y se dio así la paradoja de ser los carlistas unos vencidos
en el campo del vencedor (…)”. El pretendiente carlista fue expulsado de España y
cayó prisionero de los nazis.
EL CONCIERTO ECONÓMICO HOY
Poco a poco, la autonomía fiscal del “Concierto Económico” de Alaba y Alta Nabarra
fue mermada por
Económico” tras arduas conversaciones con el gobierno español en 1981, pero el
proyecto nació totalmente condicionado, resultado de una infravaloración de las
fuerzas del pueblo nabarro y como una cesión dada por Madrid como el propio Estatuto
de “autonomía”, por lo que las discusiones son constantes hasta nuestros días, pese a
que las diferencias entre la fiscalidad de las “provincias” nabarras y la fiscalidad
española, son muy pequeñas (como veremos más detalladamente en otro artículo).
Estatuto de Autonomía de 1979 artículo 41.1 (para
Alta Nabarra): "Las relaciones de orden tributario entre el Estado y el País Vasco (sic)
vendrán reguladas mediante el sistema foral tradicional de Concierto Económico o
Convenios". En su artículo 41.2: "d) La aportación del País Vasco (Nabarra Occidental)
al Estado (español) consistirá en un cupo global, integrado por los correspondientes a
cada uno de sus Territorios, como contribución a todas las cargas del Estado que no
asuma
ponía como cupo “lo que
“cómo” recaudar.
Las competencias normativas, gestión, liquidación y recaudación corresponden a las
Diputaciones de las “provincias”, pero el sistema tributario nabarro debe de ser,
obligatoriamente: solidario con “el resto de España”, respetar la estructura impositiva
del Estado español y los tratados internacionales firmados por España, todo bajo un
concepto ambiguo llamado “armonización fiscal” con la fiscalidad española y bajo los
criterios interpretativos de
ya no deciden las Diputaciones nabarras la normativa fiscal para recaudar
los impuestos y pagar ese cupo a los españoles, quedando todo en manos -o cuando
menos totalmente condicionado a lo que decida el gobierno central español.
El “Concierto” económico y el cupo que los vascos pagamos no son para ni por
pertenecer a España, ya que nuestra adhesión ni fue voluntaria ni se nos ha preguntado jamás al respecto. Tampoco es
como dice España para compensar desigualdades entre “regiones”, pues para ello los
vascos tendríamos que querer formar parte del marco Español.
Tampoco es para pagar servicios comunes, pues no tendría sentido pagar miles de
millones de más como hacemos y menos pagar un ejército, servicios diplomáticos, jueces etc. contrarios a nuestros
intereses.
El “Concierto” económico y el cupo son el fruto de la violencia que España es capaz
de acumular contra los vascos para imponernos su voluntad contra nuestros intereses,
así los imperialistas jamás tendrán la necesidad de producir más de lo que hacen para
mantener su actual nivel de renta, ya que consiguen de nosotros un capital extra,
tratándonos como una de sus últimas colonias a las que explotar.
“El nacionalismo imperialista es la forma internacional de la dominación de clase,
feudal, burguesa, etc. una empresa de opresión, explotación y pillaje contra las
clases sometidas de la nación dominada. (…).“Principios y posiciones actuales S.T.V.
Aitzol Altuna Enzunza, Galdakano (Bizkaia)
Publicado por Nabarralde-k argitaratua |
martes, 20 de octubre de 2015
HISTORIA DEL CONCIERTO ECONÓMICO
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