lunes, 26 de agosto de 2013

UNA DE CHINOS

Sale de un restaurante chino hablando en la lengua de Oc.


El desgraciado ha olvidado su idioma materno y el nombre de cuatro colores.



Se cree que una de las tres delicias contenidas en el arroz que le sirvieron podría ser la causa del fenómeno. Ang Ying, dueño del restaurante chino inaugurado recientemente en Cádiz, asegura, sin embargo, que sus delicias cuentan con todas las garantías del Consorcio Internacional de Delicias Anónimas y la Federación Provincial de Billar de Soria. 

Uno de los testigos, que también cenaba en el local pero no llegó a pedir el arroz, cuenta que vio al afectado discutir acaloradamente con una de las delicias, concretamente la de jamón de york, y que ésta, en un arrebato de cólera, le practicó a la víctima tres llaves de judo consecutivas. Acto seguido, según asegura el testigo, la delicia miró con altanería al resto de los comensales y se comió el iphone del cliente.  

Un traductor jurado se encuentra desde anoche hablando en occitano con la atribulada víctima pero ésta se muestra muy recelosa y sólo emplea la lengua romance para recitar versos de gestas y amoríos con el virtuosismo de un rapsoda experimentado. Según ha sabido esta redacción, otro cliente del mismo restaurante pidió la cuenta en gascón pero no se apercibió de ello hasta que llegó a su domicilio y su esposa le estrelló una sartén sucia en la cabeza creyendo que renegaba otra vez de su madre. 

La Facultad de Filología francesa de Tarragona cree que el problema está en el curry. Ferrán Adriá quiere que la delicia de jamón York se ocupe de la seguridad de El Bulli. Ang Ying demandará a la embajada de Francia.

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